En general, el pago de derramas en una comunidad de propietarios es obligatorio, ya que estas se utilizan para financiar el mantenimiento y las mejoras del edificio. Existen dos tipos de derramas: ordinarias, que cubren gastos regulares como limpieza y reparaciones menores, y extraordinarias, que son para obras más significativas y requieren aprobación en una junta de propietarios
Si un propietario no paga una derrama aprobada, puede enfrentar restricciones en el uso de las zonas comunes, pero esto depende de lo que establezcan los estatutos de la comunidad. La Ley de Propiedad Horizontal indica que, aunque un propietario no esté de acuerdo con una derrama, debe pagarla si ha sido aprobada en la junta. Sin embargo, hay excepciones: si la derrama es solo para fines estéticos y no afecta la seguridad o habitabilidad, el propietario podría negarse a pagarla.
En resumen, aunque es posible que se restrinja el acceso a ciertas áreas por impago, esto debe estar claramente estipulado en los estatutos de la comunidad. Es recomendable que los propietarios cumplan con sus obligaciones para evitar problemas legales y mantener buenas relaciones vecinales.
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