La división horizontal es un proceso legal que permite convertir una única vivienda en dos o más viviendas independientes. Cada una de estas nuevas viviendas tendrá su propio titular, número de registro y acceso independiente.
¿Cuáles son los requisitos para realizar una división horizontal?
La vivienda debe estar registrada en el Registro de la Propiedad como una única unidad.
La vivienda debe ser habitable y cumplir con las normas de edificación vigentes.
El proyecto de división horizontal debe ser redactado por un arquitecto o ingeniero y visado por el Colegio Oficial correspondiente.
La división horizontal debe ser inscrita en el Registro de la Propiedad.
¿Qué ventajas tiene la división horizontal?
Independencia: Cada vivienda independiente tiene su propio titular, número de registro y acceso independiente.
Privacidad: Los habitantes de cada vivienda tienen su propia privacidad.
Flexibilidad: Permite diferentes usos de la propiedad, como vivir en una parte y alquilar otra, o vender una parte y quedarse con otra.
Rentabilidad: Puede ser una forma de obtener ingresos adicionales alquilando una de las viviendas independientes.
¿Qué desventajas tiene la división horizontal?
Costes: El proceso de división horizontal puede tener costes asociados, como la redacción del proyecto, la tramitación ante el Ayuntamiento y la inscripción en el Registro de la Propiedad.
Complejidad: El proceso legal puede ser complejo y requerir la asistencia de un profesional.
Posibles conflictos: Si la división horizontal no se realiza correctamente, pueden surgir conflictos entre los copropietarios.
Si estás pensando en realizar una división horizontal, es importante que te asesores con un abogado o un arquitecto para que te informen sobre los requisitos, las ventajas y las desventajas de este proceso.
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